Cómo distinguir entre un ataque cardíaco y un ataque de pánico

Por Catherine S. Williams, American Heart Association News

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(Ponomariova_Maria/iStock a través de Getty Images)

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Sientes dolor de pecho, palpitaciones cardíacas, falta de aliento, mareo y náuseas: ¿estás sufriendo un ataque cardíaco o un ataque de pánico?

Los médicos y psicólogos están de acuerdo en que no deberías tratarlo como si no fuera un ataque cardíaco.

Eso se debe a que los síntomas de un ataque cardíaco y los de un ataque de pánico son tan parecidos que a veces puede ser difícil diferenciarlos, dijo el Dr. Glenn N. Levine, jefe de cardiología en el Centro Médico de Asuntos para Veteranos Michael E. DeBakey en Houston. "Si tienes dudas, es mejor pecar de precavido y evaluarte rápidamente en una sala de emergencia para asegurarte de que no sea un ataque cardíaco".

Los ataques cardíacos pueden ser repentinos e intensos, pero la mayoría empiezan lentamente, con incomodidad o dolor leve que gradualmente empeora después de algunos minutos. Estos episodios podrían ir y venir varias veces antes de que ocurra el ataque cardíaco en sí.

Un ataque cardíaco sucede cuando el flujo sanguíneo que lleva oxígeno al músculo cardíaco se reduce considerablemente o se corta por completo, generalmente por la obstrucción de las arterias coronarias. Llamar al 911 y recibir tratamiento inmediato es crítico.

Pero si una evaluación médica muestra que la salud de tu corazón es buena, entonces es posible que hayas tenido un ataque de pánico; especialmente si entre los síntomas físicos sentiste un temor intenso, que es el síntoma distintivo.

Thea Gallagher, experta en ansiedad y psicóloga clínica en NYU Langone Health en la ciudad de Nueva York, a menudo consulta a personas que se han hecho una serie de pruebas, en ocasiones varias veces. A pesar de habérseles declarado en perfecto estado de salud, están convencidas de que les está ocurriendo algo malo físicamente. No están equivocadas, dijo ella.

"No se lo están imaginando. Es la reacción de 'luchar o huir'. El sistema de alarma se dispara. Pero con un ataque de pánico, es un pan quemado; no la casa en llamas", dijo Gallagher.

El trastorno de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad que puede causar repetidos ataques de pánico. Según el Instituto Nacional de Salud Mental, casi el 3% de los adultos en Estados Unidos –especialmente las mujeres– sufren de trastorno de pánico en un determinado año. Casi el 5% de los adultos estadounidenses sufren de trastorno de pánico en algún momento de su vida.

La ansiedad se hizo mucho más común después de que empezara la pandemia en marzo del 2020. En el 2019, el 8.1% de los adultos estadounidenses encuestados reportaron síntomas recientes de un trastorno de ansiedad, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. A mediados de julio del 2020, ese porcentaje había aumentado al 36.1%. Y la tasa se mantiene elevada al 28.9%, según datos de principios de junio del 2022.

Los ataques de pánico llegan rápidamente y generalmente alcanzan su máxima intensidad en unos 10 minutos. Pueden ser activados por un acontecimiento traumático o estrés intenso en la vida, pero también pueden ocurrir sin motivo aparente.

"Juegan con tu cabeza", dijo Gallagher. "Tu cerebro no puede darle sentido a lo que está pasando".

La reacción de una persona a un ataque de pánico a menudo empeora el problema, dijo ella. "Empiezas a evitar situaciones que podrían provocar un ataque de pánico. Si no estás tolerando y aprendiendo de estas experiencias, siempre estás a merced de que sucedan otra vez".

Gallagher dijo que la terapia de exposición es un tratamiento eficaz para un trastorno de pánico, particularmente un método conocido como exposición interoceptiva. Un profesional de salud mental usa un entorno controlado para exponer a las personas a las sensaciones físicas asociadas con la ansiedad; de este modo se reduce el temor de esas sensaciones. Por ejemplo, a alguien que se le aceleran los latidos cuando está ansioso se le podría pedir que trote en un mismo lugar para elevar su ritmo cardíaco. Al darse cuenta de que no le pasa nada, el temor de tener latidos rápidos disminuye con el tiempo.

El trastorno de pánico es "muy malinterpretado, pero muy tratable", dijo Gallagher. La terapia de exposición es "en realidad un tratamiento que da mucho poder, el ver a la gente recuperar el control".

Y aunque un ataque de pánico pudiera hacerte sentir como que tienes un ataque cardíaco, un ataque cardíaco real es una emergencia médica. El dolor de pecho es el síntoma más común, pero las mujeres son algo más propensas a tener otros síntomas, como la falta de aliento, náuseas, o dolor de espalda o de mandíbula. Un comunicado científico del 2016 de la American Heart Association expresó que las mujeres reciben menos tratamiento por ataques cardíacos.

"A pesar de décadas de esfuerzo por crear conciencia, los pacientes y médicos no reconocen que las enfermedades cardíacas son la causa principal de muerte entre las mujeres", dijo Levine.

Los expertos dicen que las mujeres y los hombres deben hablar sobre el riesgo de ataque cardíaco con un profesional de la salud, quien puede ayudar a identificar y tratar factores de riesgo como fumar, diabetes, presión arterial alta y colesterol alto.

Pero, advierte Levine, incluso las personas sin factores de riesgo pueden sufrir enfermedades cardíacas. Por lo tanto, si tienes alguna duda, dijo él, hazte una evaluación de los síntomas.

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