Cómo su trabajo puede afectar a su salud cardíaca

Por Michael Precker, American Heart Association News

elenabs/iStock, Getty Images
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¿Su trabajo es bueno para su salud?

Desde la fábrica hasta el centro de llamadas, desde la sala de juntas hasta la sala de urgencias, esta es una cuestión complicada que hay que tener en cuenta a la hora de buscar un sueldo y navegar por la carrera profesional.

"La salud no es sólo lo que comemos y la actividad física que realizamos", afirma Yvonne Michael, profesora de epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Drexel, en Philadelphia. "Lo que ocurre en el trabajo también puede ser algo que nos permite o nos impide tener una buena salud".

A veces la respuesta no es sorprendente.

Un informe de 2016 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) comparó siete métricas de salud cardiovascular – tabaquismo, actividad física, presión arterial, azúcar en la sangre, peso corporal, colesterol y alimentación saludable – entre personas con 22 ocupaciones diferentes.

Los conductores de camiones, que suelen pasar muchas horas sentados y comer sobre la marcha, ocuparon los primeros puestos en la lista de personas no sanas, mientras que los empleados en sectores como agricultura, silvicultura y pesca obtuvieron las mejores puntuaciones en cuanto a la salud.

Un estudio publicado en enero en el Journal of Occupational and Environmental Medicine (Boletín de Medicina Ocupacional y Medioambiental) evaluó los 20 empleos más comunes dentro de un grupo de más de 65.000 mujeres mayores. Se descubrió que las empleadas en contabilidad y teneduría de libros, las supervisoras de personal de ventas y de apoyo administrativo, y las auxiliares de enfermería y de atención de salud en el hogar, fueron las que tenían un riesgo por arriba del promedio de tener una mala salud cardiovascular, con factores altos de colesterol, presión arterial y azúcar en la sangre. Las profesoras, las consejeras y las agentes de bienes raíces estuvieron entre las menos propensas a tener una mala salud cardiovascular.

La investigación no examinó por qué algunos trabajos eran más perjudiciales para la salud que otros, pero Michael, que fue el autor principal del estudio, dijo que los resultados sugieren que los empleos sedentarios, el estrés y la carga de supervisar a otras personas podrían tener que ver.

"Si conseguimos determinar los factores relacionados con la salud cardiovascular, podremos prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares", dijo. "Una buena posibilidad sería que los médicos examinaran las ocupaciones con el fin de identificar a las mujeres con mayores probabilidades de riesgo".

Aún así, las respuestas no siempre son claras, ni los empleados pueden cambiarse de trabajo cada vez que se concluye un nuevo estudio.

Por ejemplo, un análisis publicado este mes en la revista European Heart Journal (Boletín Europeo del Corazón) de más de 280.000 personas en Inglaterra determinó que, comparadas con personas que trabajan de día, quienes trabajan en turnos nocturnos tenían un mayor riesgo de padecer fibrilación auricular, un trastorno del ritmo cardíaco. El estudio no ofreció ninguna pista sobre la causa.

"Puede ser frustrante", dijo Michael. "Muchas personas no tienen muchas opciones en cuanto su empleo".

Aunque se considera que el ejercicio es bueno para el corazón, un estudio realizado con casi 17.000 trabajadores en Estados Unidos indicó que las personas que realizaban un alto nivel de actividad física en el trabajo, sobre todo levantando y cargando objetos, eran más propensas a padecer enfermedades cardiovasculares.

"La actividad física que se desempeña en el trabajo tiene el potencial de ser diferente para la salud cardiovascular, en comparación con el ejercicio que se hace fuera del trabajo", dijo Tyler Quinn, que dirigió el estudio publicado en marzo en la revista Occupational and Environmental Medicine (Medicina Ocupacional y Ambiental).

"Una hipótesis que explica esa situación es que cuando se hace ejercicio en el tiempo libre, se estresa el cuerpo en periodos de tiempo muy específicos para luego dejarlo que se recupere. La actividad en el trabajo a menudo no permite ese tiempo de recuperación.

"Por ende, las personas que realizan una actividad física continua durante la jornada laboral pueden acabar teniendo una mayor carga cardiovascular, así como mayor presión arterial y frecuencia cardíaca a lo largo de toda la jornada de 24 horas. Sabemos que a largo plazo, eso se relaciona con una menor salud cardiovascular".

Al mismo tiempo, indicó Quinn, fisiólogo investigador del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo de los CDC, la fuerza laboral estadounidense ha tendido hacia los empleos de oficina con los cuales se fomenta un estilo de vida sedentario que tampoco es bueno para la salud cardiovascular.

"Necesitamos moderar algunos de los efectos de ambos extremos", comentó. "Queremos que las personas que se mueven todo el día en su trabajo se muevan un poco menos y hagan descansos, y que las personas que siempre están sentadas en el trabajo se muevan cuando tomen los suyos. Al cuerpo le gusta la variedad".

Cualquiera que sea su empleo, dijo Quinn, todos los trabajadores pueden ayudarse a sí mismos siguiendo ciertas pautas básicas de la salud cardíaca: mantenerse en forma, comer bien y no fumar.

Incluso los empresarios pueden ayudar, añadió, al proporcionar más descansos y tareas diferentes a las personas con trabajos extenuantes y más oportunidades para que los trabajadores de oficina se levanten y se muevan. Al mismo tiempo, también pueden buscar formas de aliviar el estrés laboral y permitir un mayor control del entorno de trabajo.

Michael coincide. "Pasamos mucho tiempo en nuestro empleo, y los lugares laborales tienen mucha capacidad para configurar oportunidades para que el personal goce de buena salud".

La pandemia de COVID-19, que obligó a muchas personas a trabajar desde casa, añadió un nuevo elemento a la ecuación trabajo-salud. No tener que desplazarse podría liberar más tiempo para hacer ejercicio o cocinar comidas saludables. No obstante, una oficina en casa también podría significar menos límites a la hora de picar algo o incluso de coger un cigarrillo.

"Trabajar de manera virtual crea mucha flexibilidad, y hemos visto sus beneficios", dijo Michael. "Pero también ha cortado algunos aspectos saludables, como tener conexiones sociales en el trabajo. Podemos verlo como una especie de experimento. Sé que los empresarios están deseosos de ver qué ha funcionado y qué no, y si podemos aprovechar esas lecciones para hacer que el entorno laboral sea más saludable".

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