El racismo estructural es una causa fundamental de las disparidades de salud, indica un informe

Por Michael Merschel, American Heart Association News

FG Trade/E+, Getty Images
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La historia del racismo estructural de la nación debe reconocerse como una causa fundamental de los problemas de salud y de la reducción de la vida de personas de raza negra y de otros grupos raciales y étnicos, según un informe de la American Heart Association que trata de impulsar la acción para solucionar el problema.

"El racismo estructural ha sido y sigue siendo una causa primordial de las disparidades persistentes en materia de salud en los Estados Unidos", declara la advertencia presidencial publicada el martes en la revista de Circulation de la AHA. Ofrece un resumen del contexto histórico de la discriminación estructural, lo conecta con las disparidades actuales en materia de salud y busca formas de desmantelar o mitigar sus efectos continuos.

La idea de que el racismo afecta negativamente a la salud de una persona no es nueva, dijo el Dr. Keith Churchwell, quien dirigió el grupo de redacción de la advertencia. Por ejemplo, según el informe, se ha demostrado que el racismo provoca estrés, depresión y daños duraderos y acumulativos en el cuerpo y el cerebro.

En la advertencia se indica que COVID-19 ha ocasionado daños desproporcionados a las personas que son de raza negra y los hispanos, así como en los isleños del Pacífico, indios americanos y nativos de Alaska. Y la muerte de George Floyd, Breonna Taylor y otros a manos de la policía, han puesto el tema del racismo estructural en un plano central y principal frente a la nación.

Eso hace que el problema sea demasiado importante como para que las organizaciones de salud y los promotores de salud lo ignoren, dijo Churchwell, porque el racismo estructural crea brechas específicas, en la economía, la educación, la nutrición y acceso a la atención médica, que pueden acortar vidas.

"No podemos hacerlo a un lado y decir que es un asunto que el tiempo mismo resolverá", dijo Churchwell, presidente del Hospital Yale New Haven en Connecticut. "Debemos actuar de manera activa para resolver el asunto".

El racismo estructural se refiere a "las formas en que la sociedad se establece de tal manera que las ventajas y oportunidades se les dan preferentemente a los de una raza en lugar de a los de otra", dijo el coautor, el Dr. Mitchell Elkind, neurólogo del Centro Médico Irving de la Universidad de Nueva York-Presbiteriana/Columbia en la ciudad de Nueva York. "Tenemos que cambiar la estructura subyacente que permite que eso suceda".

Elkind también es presidente de la AHA, la cual planea combatir el racismo estructural como parte de su objetivo de ayudar a todas las personas a tener la oportunidad de vivir vidas más largas y saludables.

Sabemos que cosas como la alta presión arterial, la diabetes y el tabaquismo ocasionan las enfermedades cardiovasculares, dijo Elkind. Asimismo, las tasas más elevadas de esos problemas en ciertos grupos tienen consecuencias en disparidades de salud. Por ejemplo, las personas de raza negra en Estados Unidos, tienen mayores probabilidades de fallecer por enfermedades del corazón o ataques cerebrales, comparados con la población de raza blanca.

El racismo estructural es "un impulsor importante y fundamental" de tales diferencias, agregó, y significa que los médicos, los científicos, los creadores de políticas y otros, juegan un papel para abordarlo.

Elkind señaló que "las consecuencias del racismo del pasado persisten de tal manera que ciertos grupos raciales y étnicos aún viven en vecindarios pobres con menos espacios verdes y que tienen una mala calidad de aire, un ambiente más peligroso que puede impedir el ejercicio y los comportamientos saludables, opciones alimentarias menos nutritivas, y ciertamente, experiencias educativas subóptimas. Esas cosas no han desaparecido".

La advertencia conecta acciones pasadas del gobierno de EE.UU. con estos problemas contemporáneos. Churchwell destacó el subsidio educativo para exmilitares, GI Bill en inglés, como un ejemplo.

Esa ley "tuvo un gran impacto en este país en cuanto al desarrollo de la clase media después de la Segunda Guerra Mundial", comentó. Les dio a millones de veteranos que regresaron la oportunidad de comprar casas en vecindarios seguros y prósperos.

Sin embargo, debido al racismo estructural, muchos estadounidenses negros fueron excluidos por las leyes segregacionistas y las políticas bancarias que restringían las inversiones en sus vecindarios y eso contribuyó a que esos veteranos negros y sus descendientes quedaran atrapados en esas zonas pobres.

Por lo tanto, ese es solo un ejemplo de cómo las políticas racistas, tanto recientes como anteriores, siguen afectando la salud de la población.

Es difícil pero necesario leer sobre algunas de las partes más feas de la historia de Estados Unidos, como, por ejemplo, la expulsión forzada de los indígenas americanos de sus tierras y el linchamiento de personas de ascendencia mexicana, dijo Churchwell.

"Vivimos las consecuencias de esas decisiones todos los días", agregó. "Debemos entenderlas. Tenemos que aceptar y luego pensar en cómo vamos a resolver esos problemas para que podamos avanzar".

La Dra. Fátima Rodríguez, un autor de la advertencia, comento que esta ofrece un lenguaje preciso y útil para hablar acerca de los temas raciales. "Soy investigadora de las disparidades de salud, y aprendí mucho en términos de usar el vocabulario correcto para iniciar estas conversaciones", dijo Rodríguez, profesora asistente de medicina cardiovascular en el Centro Médico de la Universidad de Stanford, California.

Agregó que los investigadores a menudo observan la raza, la etnia y los resultados de salud. "Sin embargo, no nos enfocamos en las raíces de las desigualdades en este ámbito y ahora realmente pensamos que se trata del racismo estructural".

El consejo señala que la AHA ha publicado previamente declaraciones sobre las disparidades de salud entre distintos grupos raciales y étnicos, incluida una declaración científica de 2018 que examina las enfermedades cardiovasculares entre los asiáticos del sur que viven en los Estados Unidos.

Pero Elkind dijo que esos papeles no se centraron explícitamente en el racismo estructural de una manera significativa. Los futuros documentos, cuando sea relevante, lo harán.

Además, la AHA buscará asegurar que sus revistas médicas deben utilizar "procesos que aseguren las consideraciones de antirracismo y diversidad", dijo el asesor.

Rodríguez señaló que los panoramas históricos tan amplios como este no eran territorio normal para una revista científica. "Creo que el hecho de que estemos haciendo esto es importante y realmente señala esta transición, para todos nosotros en la medicina, de la forma en que tenemos que pensar", dijo.

Churchwell sugirió que el aviso podría ser una señal de alerta para lograr que los médicos y científicos reconozcan el problema del racismo estructural, para luego empezar a trabajar hacia las soluciones. Prevé que los hospitales y las grandes instituciones sean evaluados formalmente sobre la forma en que están abordando el problema.

"Este ha sido un tema de conversación durante más de 60 años, si no es que más", dijo. Pero los acontecimientos han llegado a un punto de inflamación "Necesitamos hacer un verdadero salto generacional en cuanto a arreglar todo esto".

Elkind admitió que la reparación no será fácil.

"Reconocemos que no todos piensan acerca de estos temas de la misma manera", comentó. "Sin embargo, creemos que estamos del lado correcto del problema, y esperamos que nuestra base en la ciencia como nuestro principio y método guía convenza a otros de que tenemos razón en este tema".

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